Realizada por Irasema Vázquez. 26 jun 2018
Custodia
El padre de mis hijos quiere demandar convivencias, porque quiere llevarse a los niños todo el día domingo, pero ellos no quieren. Tienen 10 y 13 años, no se niegan a convivir con él sólo no quieren que sea los domingos. Piden cualquier día de la semana, pero su padre se niega. También quiere llevárselos el 24 o 31 de diciembre, mis hijos tampoco quieren, ellos piden pasar 24 y 31 conmigo, 25 y 1 de enero con su papá. ¿Puede obtener las convivencias al modo que él quiere sin respetar la voluntad de los niños y obligarlos?
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Lo ideal es siempre llegar a un buen acuerdo, si hay problemas intrafamiliares, se pueden apoyar de psicologos de familia, mediante terapias. Los hijos de ambos siempre y toda la vida lo van a ser.
Y claro, la convivencia es objeto de modificarse cada que se quiera solicitar, lo importante es brindar su respectiva pension y hacerse responsable de sus obligaciones ambos progenitores y tener una sana convivencia.
Hola Irasema; cualquier Juez va a fijar convivencias entre los hijos y el padre en el que se incluyan vacaciones y puedan permanecer con él; en cuanto a las fechas para que se definan, tus hijos tienen derecho a decir su opinión frente al Juez, así que lo que te recomendamos es que en juicio ofrezcas como prueba la escucha de tus hijos frente al Juez; el dicho de tus hijos será tomado en cuenta para que el Juez determine los días en que han de convivir con su papá. Suerte...!
Generalmente los hijos menores se adaptan a las condiciones de los padres cuando se trata de circunstancias normales donde no hay violencia o situaciones extraordinarias. La razón es porque los padres se preocupan por resolver sus problemáticas para tener mejores condiciones de vida mientras que los hijos están en una etapa en la cual predomina el esparcimiento.
Sería recomendable no intentar usar a los menores como objeto de manipulación cuando son los padres los que no logran ponerse de acuerdo en el régimen de visitas. Un juez se da cuenta de esas situaciones. Hagan un esfuerzo como padres y lleguen a acuerdos que beneficien a sus hijos. Los menores nunca se van a sentir mal cuando vean que sus padres son capaces de llegar a tomar decisiones juntos, sin importar cuales decisiones sean.
