Puedo demandar al abogado que me representó en un juicio y abandonó mi caso?
Quien me representaba legalmente en un juicio sumario de pensión de alimentos, como secuela de un divorcio, durante varios años, 11 para ser exactos, me estuvo señalando que había varios juicios e incidencias que estaba resolviendo, para lo cual, me solicitaba dinero porque se promovía "amparos". Al paso de los años, se me levanta un embargo de una propiedad que aún estoy pagando en el banco. Mi entonces licenciado me "recomendó" en innumerables ocasiones que dejara llegar a remate mi propiedad, y que con un postor ganaríamos el remate y me quitaría el adeudo bancario, situación que no vi bien y empecé a indagar el porque de la actitud y decisión de quien se suponía me defendía en este juicio. Ello me obligó a meterme a estudiar mi expediente en el juzgado de lo familiar, dándome cuenta que mucho del dinero que se suponía entregaba al Licenciado en cuestión, para pago de supuestos "amparos", no hay ni uno solo; y para consignaciones de pensiones alimenticias, existen algunas, no en su totalidad; , no llegaba a su destino, aparecía yo como incumplido en el proceso de este juicio.
Se me condenó a cubrir un fuerte suma de dinero, que con la venta de una camioneta y dinero adicional, logre cubrir, a fin de evitar se procediera a remate de mi propiedad que ya estaba en proceso, logrando actualizar ante el banco la situación de financiamiento de dicha propiedad.
Respecto al proceder, desempeño y completo abandono de mi caso legal, lo trate con quien se suponía era mi defensa, quien terminó por reconocer que durante dos años no movió nada, incluso, temporalmente extravió mi expediente, reconoció verbalmente que descuidó mi asunto. Le solicité me regresara mi dinero, porque se ha de entender que un desembolso de una suma considerable ocasionó deterioro en mi patrimonio y en mi estado físico y de salud.
La respuesta de quien era mi Licenciado, ha sido déspota, soberbio, y "por no dejar", entregó una ridícula y ofensiva suma de dinero, dijo... "como atención y consideración a nuestra amistad de tantos años". Debo precisar, que no obra en mi poder ningún documento que compruebe la entrega de dinero a dicho licenciado, en virtud de que, se supone teníamos una amistad de más de 25 años y por mi parte, había una confianza absoluta.
Considero que no es justo que después de perder el juicio aquí mencionado, todavía deba de dejarme robar mi dinero por quien se supone debe de impartir por su conducto la legalidad y soportar burla, escarnio e impotencia, por este tipo de personas que hacen del ejercicio de la abogacía una dinámica de mercenarios y delincuentes.
Ante este panorama, existe la posibilidad de proceder legalmente en contra de quien se supone debía de velar por mis intereses y no abusar de la confianza y dejarme en completo estado de indefensión.